¿Qué supone la custodia monoparental en caso de separación o divorcio?

Custodia monoparental


La custodia monoparental o custodia exclusiva consiste en que, en caso de separación o
divorcio, la custodia quedará exclusivamente en manos de uno de los progenitores, que se
quedará conviviendo y cuidando a los hijos.

 

El progenitor no custodio (que no posee la guarda y custodia) tiene derecho a un régimen de
visitas y habitualmente deberá pagar una pensión alimenticia.

 

Se trata de lo contrario a la custodia compartida, en la cual ambos padres tienen el derecho a
convivir con sus hijos realizándolo por los períodos de tiempo estipulados en el convenio
regulador.

 

¿Qué es la custodia monoparental? Cifras oficiales


Tradicionalmente la guarda y custodia monoparental a favor de la madre (custodia
monoparental materna) ha sido la opción mayoritaria, si bien en la última década el porcentaje
de custodias compartidas concedidas cada año está creciendo.

 

Si atendemos a los datos del Instituto Nacional de Estadística para 2020, en ese año se otorgó
en España la custodia monoparental en el 58,4% de los casos, retrocediendo con respecto a los
datos de años anteriores.

 

Del total de custodias monoparentales o exclusivas, en la inmensa mayoría de los casos fue
otorgada a la madre (custodia materna), siendo minoritaria la guarda y custodia monoparental
a favor del padre (custodia paterna).

 

La custodia compartida, por su parte, representó ya un 41,4% del total de custodias,
triplicando su número en menos de una década.

 

Por lo tanto, podemos afirmar que la custodia monoparental está en retroceso en España, a
pesar de continuar siendo el tipo de custodia más habitual.

 

¿Se puede participar en las decisiones cotidianas del hijo aunque no se tenga su custodia?


Para afrontar esta cuestión en primer lugar tenemos que diferenciar bien el concepto de patria
potestad con el de guarda y custodia.

 

La guarda y custodia, como hemos visto al inicio del artículo, consiste básicamente en el
derecho a convivir con el hijo.


Por otro lado, la patria potestad se basa en todos los derechos y obligaciones que poseen los
padres sobre los hijos.


Pese a que existen casos en que uno de los padres o ambos pierden la patria potestad, lo más
habitual es que la mantengan los dos progenitores.

 

Si es así, aunque la custodia sea monoparental, deben decidir conjuntamente sobre cuestiones
de importancia sobre los hijos (en caso de desacuerdos en algún tema, será el juez quien
decida).

 

¿Se puede establecer la custodia monoparental de mutuo acuerdo entre los padres?


La guarda y custodia monoparental puede establecerse de mutuo acuerdo. Los padres deberán
expresar dicho acuerdo en un convenio regulador que, posteriormente, tiene que ser
aprobado por el Ministerio Fiscal y ratificado por los interesados ante el juez.

 

Serán los padres los que especifiquen los horarios de visitas, aunque siempre basándose en el
interés de los hijos.

 

La cuestión es algo más complicada cuando existe un desacuerdo entre los padres a la hora de
decidir quién de los dos tendrá la custodia de sus hijos.

 

En este caso tendrá lugar un proceso judicial de tipo contencioso (es decir, que trata de
resolver una disputa entre dos partes) donde cada parte defenderá su postura frente a la otra
con el fin de conseguir la custodia exclusiva.

 

¿Qué motivos pueden llevar al juez a decidirse por una custodia monoparental?


No obstante, hay que tener en cuenta que la sentencia judicial se fundamentará siempre en lo
que el juez considere como más beneficioso para el menor, que no tiene por qué coincidir
exactamente con las demandas de cualquiera de las partes.

 

El primer supuesto, como acabamos de ver en el apartado anterior, es que el juez decida
otorgar la custodia exclusivamente a uno de los padres priorizando así el interés y bienestar
del menor.


En segundo lugar, esta decisión puede ser consecuencia de que el menor exprese su propio
deseo o voluntad de ser custodiado en exclusiva por uno de los dos padres. Este supuesto es
válido siempre que el menor posea madurez suficiente o sea mayor de 12 años.


Por último, otro motivo suficiente para que el juez rechace la custodia compartida como mejor
opción para el menor puede ser que uno de los padres posea una condena o se encuentre en
un proceso penal relacionado con el ámbito familiar (por ejemplo, un presunto delito de
violencia doméstica).

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